1.7.06

Germán Lux, arquero titular de River Plate y suplente de la selección hasta que lo ajusticiaron sin piedad.

LAS CABRONADAS SE PAGAN


A último momento, con el misterio que manejó siempre todo, al estilo novela policial, José Pekerman dio el listado de los 23 que viajarían a Alemania y le había dado de baja a Germán Lux como arquero suplente, como N° 12, insertando ahí a Leonardo Franco que está en el Atlético Madrid y poniendo de tercer arquero al pibe de Independiente, el club del dueño de la pelota, que se sabía que no iba a jugar nunca pero que a partir de su nominación el precio en el mercado de ganado de dos pies subía en forma vertiginosa.

Ayer, en Berlín, el que tendría que haber estado frente a los verdugos alemanes era Germán. Y no hubiéramos ganado ni salido campeones del mundo. En una de esas, no tocaba ninguna. Pero ese puesto era legítimamente suyo, por derecho propio. Le dieron la baja con criterios inhumanos, injustificables: todavía estaba elaborando el duelo del suicidio de un hermano, cuatro meses atrás, y podía ser un mal ejemplo para el grupo. El encargado del tiro en la nuca había sido Matildo Ubaldo Fillol, (a) El Pato, el de la selección del 78 de Menotti y que cuando se cumplió el 25° aniversario no dejaron entraron entrar a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo al Monumental. El segundo de Pekerman, Hugo Tocalli, (a) El Cabezón, también fue arquero.
Al hermano de Germán Luz, psicológicamente hablando, lo suicidaron dos veces. El pibe no tuvo dejar de llorar frente a las cámaras de tevé, recitó lo mejor que pudo el casete que le deje seguir trabajando para que los capangas del Fútbol Espectáculo SA no lo cuelguen de por vida y se la tuvo que comer doblada.

Ayer, la imprevista lesión de El Pato Abbondanzzieri por un choque rodilla arriba de un alemán bastante criminal, le significó al en un primer momento agraciado franco comerse las cicutas del regalito: le enchufaron el empate y a los penales alemanes tuvo la virtud de ir a buscarlos todos al otro palo.
Todo esto forma parte de lo azaroso del fútbol, por cierto, pero si de hacer papelones se trataba que los hubiera hecho Germán Lux, que se había ganado su puesto y que se lo arrebataron merced al informe de uno que la va de psicólogo del deporte, cuando en realidad es un funcionario de la psicología y un ayudante de la superexplotación económica de los jugadores.

Para la gente de bien, ayer, estuviste vos abajo de los tres palos, Germán. Para comerte el golazo alemán después de los dos cabezazos y también los penales. Nada de milagrerías. Equidad. Con el fútbol se han quedado los mercaderes del templo, los empleados públicos de la obediencia debida y los que van prendidos en la mordida cada vez más grande que deja pases astronómicas con plata lavada del narcotráfico. No te preocupés porque algunos por lo menos no te olvidamos. Y no porque seamos hinchas de River porque como hinchas de otro club te vamos a gritar todos los que los de nuestros colores te puedan enchufar.

Somos hincha de la gente, de no hundir más al que ha sufrido una desgracia y que los cagatintas te hayan hecho velar y enterrar otra vez a tu hermano.
En una de esas en Sudáfrica 2008 puede venir la revancha. Mientras tanto, insistimos, ayer, abajo de los tres palos, estuviste vos. No importa el resultado o que lo hubieras alterado. Al César lo que es del César y mierda para los zares del fútbol.