7.11.11

¡ALE! ¡DESPACHURRENSE!


Fue este domingo. En la pantalla se ve la hora: 14:50. El auto venía a 120 km/h con semáforo verde, no escuchó, no pudo, no quiso, pero la autobomba venía con la sirena puesta y fue tal el palo que la dio vuelta, ésta terminó contra un colectivo parado que se soltó y marcha atrás le entró a dar hasta entrar en la Confitería La Perla sin pedir permiso. Dos muertos. Al auto, un Corsa, en un principio, no le podían distinguir, salvo el color, la marca y el modelo, aunque estaban más o menos enteros los dos flamantes cadáveres. Todo como corolario de una semana que ahí cerquita se había derrumbado un edificio de diez pisos, hay un anciano desaparecido, y en 36 horas, con los respectivos incidentes del AUTOEXERMINIO ARGENTINO hubo 18 muertos, la mayoría niños. Todo después de otra semana excepcional del 54% arrollador y otros hechos que la convirtieron en única y pusieron al país como un churumbel, sobre todo tratando de comprar dólares.
El palazo registrado por el video es espeluznante.

11.10.11

PUEDEN HABLAR TODO LO QUE QUIERAN PORQUE EL ASUNTO ES QUIEN PAGA DESPUES LAS CUENTAS



Alrededor de sesenta (60) muertes diarias que no son tales porque tampoco las registran y las tratan con indiferencia; ayer, en la salida de un boliche de San Rafael, con gráciles damitas portando ases de basto y repartiendo como si fuera cumpleaños; un fin de semana largo malogrado por el mal tiempo y apenas 2,3 millones de turistas; bataholas al por mayor a las salidas mañaneras de bailantas, milongas, incluso fiestas familiares, sin otro motivo que descargar la ira de una frustración recóndita, mejor ni hablar si entran a tallar manoplas, estiletes y cada vez más, armas de puño; un pedo discursivo al que sólo le falta fundar otro país para que haya más gente que lo disfrute no termina de encastrar en extravagancias tilingas como 100 mil dólares en zapatos, pagar 17 mil dólares la suite en el hotel parisino, chartear el Bombardier a medio millón de rupias para ir a Seúl, porque es el que usa Bill Gates, y que la tropa de ministros, secretarios y demás vayan en aviones de línea, collares de perlas, relojes de más de 40 mil dólares, una euforia instalada por decreto de necesidad y urgencia muestra algunas desprolijidades que con un poco de humildad, esa mercancía tan escasa, inversamente proporcional a los descubridores de la historia, los lleva a diario a cambiar unos dólares cagones recortados de sueldos cagones y a una evasión mensual de 3 mil millones de dólares porque no se puede invertir entre pungas. ¿El argentno medio todavía no escarmentó y cree que esta sí es la buena, la vencida, que los chinos no lo van a contratar a Cormillot y podemos terminar pastoreando soja? Si en Europa no pasa más o menos lo mismo de nuestros sensibles y creativos científicos sociales no podemos esperar nada, pero a poco de mirar con atención, de raspar un poquito, no hay contento, hay bronca mal disimulada, mufa a desplazarse contra otro porque en el fondo sabemos que nos hicieron otra vez el cuento y que compramos el mismo buzón, sólo que ahora viene con iPhone y Wi Fi. No se necesita ser economista, todo lo contrario, habría que deportarlos, para darse cuenta que la gente pobre paga más cara la luz y el gas subvencionados para que los hinchapelotas de la clase media para arriba que son los que cuentan para la gobernabilidad se queden tranquilos y rejunten ahora para llevar a broncearse el estrés a la costa, mantenerse a pizza y dormir estibados en un monoambiente para no entrar en detalles y aclarar que es un ambiente en donde hasta un primate se negaría a habitar.
Estamos a escasa semana y media donde el tedioso trámite de votar ya tiene el resultado cantado y no van a ser pocos los que descorchen si la abogada de Ringuelet, número puesto en la tevé de todos los atardeceres, medalla de oro en todos los informes oficiales, con su claque de aplaudidores, se han convertido a sí mismos y si tuvieran un poquito de tiempo, a las estatuas, plazas, calles y demás que van a llevar el nombre de EL, ya le estarían agregando alguna montañita, un laguito, por qué no un río, cualquier accidente geográfico con el nombre de ELLA. Más allá de sarcasmos baratos e ironías de circo de pueblo, el mecanismo de autoengaño sólo puede ser comparable a la conducta delatora de manotear todo lo que haya a mano porque les queda un resquicio en el fondo del alma que les sigue diciendo que no es cierto. 
Ojalá el 23 de octubre saque el 80% e inaugure frente a los respectivos micrófonos una retahíla de mohines que apuntan a convencer que es un alma modesta y buena en lo esencial. Esta gigantesca mentira que está vigente  y que quieren reducir a una confrontación a muerte entre Modelos, quizás Proyectos o en una de esas Futuros tan disímiles, más bien bélicos, despreciativos, perdonavidas, les hacen olvidar que el mismo Perón fue 1946-52 y después se fue a la mierda en una cañonera paraguaya desvencijada que casi lo tira al agua por la sudestada. Con un poquito más de poder férreo los chicos del Proceso del pedo etílico del Mundial se quisieron pasar al trienio de la Plata Dulce y después ganarse aunque sea un busco de acrílico, a lo Mostaza Merlo en Malvinas, y lo último es la Segunda Década infame de la que formaron partes y siguen cobrando regalías y están aliados, como abrazados a un rencor, con toda la desvergüenza y la tupé de cuando el Chango de Anillaco, a poco de iniciar este rutilante camino histórico, con el abono a la impunidad que tiene lo calificó de marxista-leninista al pingüino, tratando de asustar a alguna señora gorda que puede haber sobrevivido.





A poco que uno trate de aislarse del batifondo, de las inauguraciones varias de todo tipo, el panorama es desolador y tendría que ser preocupante si no fuera materia en manos de tilingos que aspiran a ser una nueva clase social en el Capitalismo Bisagra que han craneado y lo primero es un saqueo a dos manos cosa de ir acopiando fondos por si el león resulta no feo, pero sí algo parecido al león de la selva en serio y no el de la Metro que se jubiló y tampoco le dieron el 82%. El atropello a un Poder Judicial que para lo único que sirve es para dar vergüenza, cobrar sueldos suculentos, ser obedientes y no pagar impuestos a las ganancias se compensa con el paisaje auspicioso que dejó el tsunami en el Congreso, a un paso de tener minibloques de medio legislador y creer que legislar es presentar cantidades enormes de proyectos al pedo, inviables, o en el mejor de los casos, si alguno pasa, dormir el sueño de los justos que tienen las leyes en la Argentina.
Para colmo tratar de hacer inventarios de este tipo en un país que empezando por la titular del Poder Ejecutivo tienen una escafandra tapizada interiormente con espejitos y contemplarse lo lindo que son los galvaniza. Lo que verdaderamente espeluzna es releer a Martínez Estrada en La cabeza de Goliat y constatar por enésima vez la naturaleza esencialmente clánica, el factor esencialmente aglutinante son los enemigos, no las cosas en común con los supuestos amigos.
Están jodidos los que a esta altura esperan un vaticinio apocalíptico. No les va a ir Mal. Pero tampoco Bien. Les va a ir. Las leyes de la historia les cabe al morocho Obama, a Sarkozy, al Bunga Bunga Berlusconi, al Pepe Mujica y su perrita renga, y también a la Dilma y ese físico vehemente de luchador de zumo. Van a terminar licitando el yeso de la Quebrada de Humahuaca, que es el algo que se le escapó de casualidad al Necesario riojano, con la cagada que tuvo cuando se le voló Río Tercero, pero ahora lo absolvieron y después serán otros los que absolverán a estos, si es que queda algo.

2.9.11

TODO SEA POR UNA IMAGEN, CARAMBA, QUE VALE MAS QUE MIL PALABRAS





La vida es show en La Sociedad del Espectáculo. Carola, la madre de Candela, la pibita de 11 años,  es llevada hasta el basural cerca del Acceso Oeste, donde le tiraron embolsada a su hija, después de 9 días de lo que no se sabe si fue cautiverio o qué. Un capítulo más, no el final, de un thriller al uso nostro. A esa altura un uniformado ya le había vendido a un canal el casete con la última llamada extorsiva. También tienen cámara el recién llegado de Europa, gobernador Daniel Scioli, ex deportista de off shore, y su ministro de Justicia, doctor Ricardo Casal, en otros tiempos muy duros a cargo del Servicio Penitenciario. En su desesperación, la señora, siempre ligada al ambiente tumbero, clama y jura venganza para los autores a los que ya había rogado y amenazado por tevé. No le hicieron caso o no le creyeron. Las emociones son como el picante y la droga: cada vez se necesita más.

10.8.11

¡PULGOSOS DEL MUNDO, UNIOS!


Como en la canción con que los inmortalizó Alberto Cortez, por derecho propio se han erigido en protagonistas y vanguardia del chilenazo. Dale click a la imagen de arriba y fijate nomás en los primeros cuadros, siempre mirando para abajo, entre las piernas de la estudiantina, y los vas a ver siempre en la primera línea de lucha, sin retroceder al chorro de los guanacos que tiran con agua de nieve, siempre ladrándole a los pacos, acompañando a los muchachos a recoger las piedras y acompañar su arrojo con un salto grácil y alegre.
Son los pulgosos. Los callejeros, los rebautizó Cortez, por la nominación mexicana. Quiltros, le dicen los chilenos. No hay ciudad que se precie de civilizada que no los tenga en legión, con su gesto siempre triste y las miradas que le relumbran cuando creen adivinar un gesto humano de cariño. No van por galletitas de marca o un hueso viejo. Acompañan las causas justas porque conocen la inhumanidad de las grandes ciudades, la crueldad del hombre. Y tenían que estar junto a los estudiantes, compatriotas de ellos o de cualquier lugar, porque ya les cantó Violeta.



Puede resultar una plácida entretención estar atentos y descubrirlos. En estos videos y en los que en cantidad hay en YouTube. También cuando pasan escenas en los noticieros. Por momentos llegan a ser grupos comandos de media docena. Cruzan de apuro cuando la bestialidad uniformada viene a toda la carga. Pero no se los va a ver nunca en el bando equivocado. Siempre encaran a los enemigos de la vida. No es un problema de conciencia. Es olfato.
Los chicos trasandinos apuestan a todo o nada por la educación gratuita. Ellos tuvieron guardado al gran Sarmiento cuando las papas quemaban porque cantan que van a ser "la tumba de los libres o el asilo contra la opresión." A la Universidad de Chile la fundó un amigo del sanjuanino, el venezolano Andrés Bello, y la primer condecoración que dieron como país libre fue un joven argentino, un abogado recién recibido justamente en la U, a quien le reconocieron sus méritos revolucionarios por la independencia y la unidad latinoamericana. Se llamaba Manuel Dorrego.


Y ahora que las papas queman están en la lucha, en el lugar que corresponde. Ellos mejor que nadies conocen de las razzias colectivas, las matanzas generalizadas y las tumbas NN. Las autoridades municipales correspondientes se encargan de tan noble tarea. Sobre todo en los balnearios, cuando se van yendo los últimos turistas y la población perruna se ha incrementado por obvias razones de sobrevivencia. Pero al verano siguiente, los sobrevivientes, las crías, vaya a saberse de dónde, vuelven. Siempre vuelven.



En las playas ladran con desesperación sobre todo a los four tracks y el ruido infernal y contaminante de los pobres nuevos ricos que los tripulan. También a los tractores municipales que con la rastra limpian la playa al amanecer. Saben que fuera de temporada son los vehículos que utilizan para cargar con miríadas de cadáveres de hermanos y camaradas suyos.
Ahora, con segundas más que obvias, en Chile dejan correr por lo bajo que son cuadros entrenados en Cuba  y que le responden a la piba Camila Vallejo, la líder natural surgida tan natural como una flor silvestre entre las piedras, en medio de la rebelión de todos los colores. Ellos siempre fueron maquís de la libertad, partisanos del horizonte, combatientes contra cualquier forma de opresión. Me ha tocado verlos en Valparaíso bajar de los cerros, todos hacia el molo a la misma hora de la media mañana, sincronizados, en grupos informales de tres, cuatro o cinco, como conversando las viscicitudes de la noche, a esperar la llegada de los turistas y una caricia o por lo menos un bizcocho. O aunque sea para decir aquí estamos.
Ahora están otra vez porque estuvieron siempre. La única diferencia es que la tecnología permite registrarlos, dejar constancia. No habrá vendaval, terremoto o represión que los extermine. Volverán siempre y al lugar que corresponde, con el hocico marcando el norte de la lucha. Hasta la victoria siempre, compañeros pulgosos de tantos campamentos en los médanos, dedos en las rutas o mateadas abajo de un montecito. 


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3.8.11

MUJER, RADICAL, MAESTRA, DEMOCRATA



LASTIMA LO DEL LUNA PARK
Le faltaron apenas seis meses para cumplir uno de sus sueños: festejar los cien años en el Luna Park. Había nacido el 12 de febrero de 1912 en Olavarría y su familia no tardó en mudarse a La Plata, donde curso el magisterio y se recibió de abogada. En 1946, año cargado de sugestiones, se afilió a una UCR abroquelada y  firmemente enfrentada al fenómeno que en el país iba a signar la modernidad. A pesar de haber transcurrido su juventud en la ciudad que era el bastión del por entonces caudillo Ricardo Balbín y la cercanía costera de otro, más populista, como Crisólogo Larralde, su pasión fue firme, constante y fiel. No se puede decir que fue su madre por una simple razón de edad, pero quizá de algún modo su hermana mayor: Raúl Alfonsín, a quien acompañaría como legisladora cuando se produjo en 1983 el retorno a la institucionalidad con él como presidente constitucional.
La condición de mujer fue el eje de todas sus preocupaciones. En un país donde nada es fácil adhirió al divorcio vincular que venía pregonando en la cámara Alfredo Palacios, desde 1904 el primer parlamentario socialista de América, y ya había muerto cuando luego de haberlo venido insistiendo desde 1915, recién 70 años después el Congreso terminó con las ambigüedades que llegaron incluso a  durar horas sobre los finales del primer peronismo.
Jamás ocultó su apoyo irrestricto a otro de los temas más duros y urticantes: la despenalización del aborto, un asunto que sigue siendo divisorio de aguas. Los ocho años en que ocupó una banca le alcanzaron para presentar un centenar y medio de proyectos, siempre todos en torno al tema central sobre el que giró su existencia. Tal vez el de mayor relevancia haya sido conseguir que las mujeres casadas puedan seguir usando su nombre de solteras. Permitir la eliminación del DE, una preposición que feudalmente indica tanto la posesión como la cosificación, tiene más ribetes revolucionarios de los que aparecen a primera vista.
Para tratar de resumir su existencia en un punto se puede decir, con el riesgo de equivocarse muy poco, que fue una fundamentalista del sarmientismo. Para ella la educación constituyó el inicio, medio y fin de la historia, sus transformaciones y avances. Confiaba ciegamente en la palabra y la pluma. Tuvo una existencia raramente coherente entre pensamiento y acción. Lástima estos seis y la festichola en el Luna Park que el país tiene que lamentar. Como la despidió la jurista Marta Argibay Molina, miembro de la Corte Suprema, que habló a pedido de la familia: "Hasta siempre, Florentina." Y gracias, Sobre todo en medio de tanta confusión.

27.7.11

"PAGARE CON MI VIDA LA LEALTAD DEL PUEBLO"



SALVADOR ALLENDE SE SUICIDO
Ahora sí, definitivamente, Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús Allende Gossens (Valparaíso, junio 1908 - Santiago, setiembre 1973) se suicidó. Así lo dictaminó una comisión especial interdisciplinaria nombrada a tal efecto 38 años después de aquel 11 de setiembre, alrededor de las 14:30, tres horas después del bombardeo de los Mirage de la Fuerza Aérea, de haber hecho rendir a la juramentada Guardia de Palacio de los Carabineros y de hacer salir por la pequeña puerta que da a la calle Morandé a su círculo más cercano, entre los que se encontraban varios ministros y Miriam La Payita Contreras, su secretaria personal y pareja. Estos últimos salieron entre una doble fila de soldados, los últimos integrantes del GAP (Grupo Amigos del Presidente, su custodia personal, jóvenes del Partido Socialista especialmente seleccionados y entrenados en Cuba para su custodia y combate personal cuerpo a cuerpo), con las manos en la nuca, fueron cruzados la calle, puestos boca abajo en la vereda y despenados sin más con un tiro en la nuca. En medio de una situación bastante caótica, amén de dramática y tirante, a pesar de tener una pierna fractura, La Payita patoteó a unos colimbas, quebró la vigilancia militar apostada para controlar esa rendición final y consiguió perderse en esa zona del centro santiaguino, un verdadero laberinto de galerías comerciales que atraviesan las manzanas, ser enyesada en la Posta Central por  trabajadores de la salud partidarios que espontáneamente la reconocían, conseguir refugio y luego alcanzar el asilo en la sede diplomática de México. Luego, la inteligencia militar de los golpistas reconstruiría minuciosamente el trayecto y 18 ciudadanos de toda edad y condición serían ajusticiados sin más a las pocas horas, pagando de esa forma la fidelidad a sus ideas y a los deberes de conciencia.
Mucho se ha dicho y escrito sobre aquel histórico día que marcó una divisoria de aguas en la historia de nuestra Latinoamérica. Hay versiones de todos los colores y para todos los gustos, incluso en la red y sólo a un clic. Pero desde aquel día la controversia giró solamente sobre un punto: si El Chicho Allende se había quitado la vida o si había sido asesinado. A la controversia contribuyó en gran medida la pública y teatralizada versión dada por el comandante Fidel Castro, su muy peculiar concepción en torno al suicidio en general y encima la compañía en el estrado de Beatriz Allende, de las hijas la más apegada al padre, y junto a él, aquella mañana a primera hora, cuando grabara el mensaje de despedida que se propalaría muy pobremente por Radio Magallanes horas después y que ha quedado como el único cuando otros tres, posteriores, no pudieron ser difundidos debido al aislamiento en que quedó el Palacio de La Moneda. Beatriz fue prácticamente obligada por su padre a dejar la casa de gobierno mucho antes que comenzaran los combates. Por razones obvias el dichoso bombardeo de los Mirage, a las 11:00, ha quedado como la única confrontación, pero se ha relegado a un segundo plano, casi al olvido, el combate en tierra que sucedió poco después de las 09:00, cuando comandos y tanquetas del ejército sublevado intentaron tomar el palacio por la Plaza de la Constitución y la resistencia pertinaz, heroica sin dudas, desde el interior, a cargo de muy pocos hombres con entrenamiento militar y la mayoría por maduros funcionarios, entre ellos el propio Salvador Allende, con anteojos como como culo de botella, con un armamento y munición sumamente limitados frente a los que ostentaban los asaltantes, pero los rechazaron y pusieron en fuga, a pertrecharse en los edificios linderos, lo que dio motivo al dichoso y cobarde bombardeo.
Fidel Castro se plegó lamentablemente a la versión más teatralizada, oficializada por los comunistas, que desde el primer momento le atribuyó a un capitán, a un tal Palacio, la entrada a sangre y fuego a uno de los salones que daban a la calle Moneda casi esquina Morandé, y procedió a literalmente fusilar al presidente constitucional. Muchos años después, recién en el 2002, la honestidad intelectual y política de Fidel lo llevaría a aceptar públicamente que su viejo camarada, con el que mantuvo siempre diferencias que no ocultaron, se había suicidado.
A raíz de la dilucidación definitiva de cantidad de asesinatos violatorios de los derechos humanos, entre los que se podía encontrar el del presidente Salvador Allende, el aparato judicial chileno dio lugar a comienzos de este año que comenzara la investigación final de cada uno. En la controvertida Wikipedia se encuentra una recopilación bastante exhaustiva sobre el hecho. De allí es donde se extrajo el siguiente TXT:
En mayo de 2011 comenzó una nueva exhumación de su cadáver para intentar establecer, en palabras del médico forense Francisco Etxeberria"la manera de la muerte o las circunstancias que rodearon a la misma".7 8 El 23 de mayo de 2011 sus restos fueron exhumados, por orden del juez Mario Carroza. La extracción de estos fue realizada por peritos de la Policía de Investigaciones y del Servicio Médico Legal dirigidos por el Dr. Patricio Bustos, director nacional del Servicio Médico Legal de Chile, 9 participando además expertos extranjeros, acompañados por algunos de sus familiares y la prensa.10 El 19 de julio del mismo año, fue entregado el resultado de los estudios de la exhumación, confirmando la teoría del suicidio del presidente Allende como causa de su muerte. Según los expertos, la presencia de dos salidas de bala se deberían a que el arma estaba en estado automático.11 El forense Francisco Etxeberria que participó en la nueva autopsia declaró que (sic): "Con base en argumentos técnicos y científicos podemos asegurar que la muerte del presidente Salvador Allende se produjo como consecuencia directa de un disparo realizado bajo el mentón que le produjo la destrucción de la cabeza y la muerte inmediata, lo que interpretamos como suicida desde la perspectiva forense".12
Para quienes lo conocieron y trataron, después de la respuesta a Fidel Castro en su despedida del Estadio Nacional (ver el video al pie) y lo grabado en las primeras horas del 11 de setiembre, y que quedará como su testamento oral, con el subrayado de lo que da título a esta posta, como es la decisión ya tomada de pagar con su vida la lealtad del pueblo si intentaban sacarlo de La Moneda con métodos que no eran los utilizados por él para llegar a primer magistrado, más su convicción que más antes que temprano se abrirían la grandes alamedas de la historia para que pase el hombre libre de América, jamás pudo haber dudas en torno al suicidio. Ahora, como fue mi caso, sostenerlo prácticamente desde el primer momento, desataba esa paraonia policíaca de cierta izquierda y el sectarismo que es como un balde en la cabeza o una escafandra de buzo, todo acompañado de gentilezas como catalogar al otro de agente de la CIA como saludo más cariñoso. No para nada fácil. Para colmo la convicción se acentuaba en el contacto ocasional de aquellos días tristes de setiembre en Buenos Aires al conocer a un joven locutor de Radio Punta Arenas, militante del Partido Socialista, cuyo nombre se ha perdido en la turbulencia de datos y que tuvo el dudoso honor de inaugurar en persona, solito, el campo de concentración de la Marina de su país en la cercana isla Dawson y que iba a estar destinado casi con exclusividad a la plana mayor del gobierno allendista. En esas soledades, en ese estado, con el tratamiento infame de los uniformados que los sacaban a la madrugada y les hacían submarinos en toneles llenos con agua de mar helada, había tenido ocasión de tratar largo y tendido con aquellos hombres que habían estado hasta el último minuto con el Compañero Presidente. Recordaba en especial la versión de Edgardo Enríquez, padre del máximo dirigente del MIR, radical, masón, ministro de Educación a la fecha de los hechos, íntimo amigo de toda la vida del Chicho y que cuando vino la orden final de abandonar el palacio le tocó el último lugar en la fila para el abrazo y las palabras de despedida. Burgués en el sentido más estricto de la palabra, capaz de afeitarse todos los días en aquel lugar recién hecho con maderas recién cortadas  y erigirse en una prolija prisión rodeada de aguas heladas y la soledad del océano, infaltable traje cruzado y corbata, soportaba las diarias torturas y todo tipo maltrato físico, ni qué decir psicológico y moral, con un estoicismo tan increíble como lo indefectible que se le nublaba la vista cuando una y otra vez recordaba aquel abrazo final con el hermano masón y que lo llevaba cada vez más a su convicción más acendrada: "Salvador se mató, hueón", repetía. "Muchos no van a querer ni oir pero alguien como él no podía llegar a aceptar que ninguno de esos revoltosos concha e'su madre pudiera ni siquiera arrogarse el raro orgullo de salir diciendo yo asesiné al presidente constitucional del Chile. Es no conocerlo a Allende." Por otro lado, no pocos dejarían de recordar, en un principio en voz baja, la obsesión que tenía desde lo ocurrido con el Che Guevara cinco años antes. Era perfectamente consciente que las clases dominantes y el imperialismo no tenían piedad para sus adversarios y que la muerte, en cualquiera de sus formas, era lo único que se podía esperar. Los que pensaban así aseguraban que allí puede haber estado el germen de su decisión y que lo dicho en el Estadio Nacional fue una manera soslayado de anunciarlo.
Beatriz terminó también suicidándose. Fue en Cuba, en 1977. La versión de su final fue aderezada con algunos desengaños amorosos. Y otro tanto ocurriría con Laura Allende, su tía, también en la isla, senadora por 1973, la última que venticuatro horas antes de lo que eufemísticamente los traperos calificarán de pronunciamiento hablara por teléfono con su hermano y que si bien el diálogo fue corto le había quedado claro que el derrumbe era inmediato, la última carta de la baza era una reunión pactada para ese mismo martes 11 con los mandos militares y que aceptaran la salida de llamar a un plesbicito y poner la continuuidad institucional en manos de la voluntad popular. Uno de sus hijos era de la cúpula del MIR y había servido de contacto entre ese grupo y su tío, a pesar de los abismos ideológicos. Este hecho ocurrió en 1980 y a la edad se le agregó la existencia de una enfermedad terminal. Estas dos mujeres, en la escala de afectos íntimos de todo hombre, habían ocupado un lugar preferencial en la del primer presidente socialista de América, en el Compañero Presidente.
Se muere a la altura de lo que se vive. Toda la vida del Chicho estuvo jalonada de episodios excepcionales. Como que a los 24 años fue durante una semana ministro de Salud Pública de la República Socialista de Chile. Esto por obvias razones si no es demasiado destacado, la mayoría de las veces es obviado y tirado a la papelera de reciclaje. Se trató de un golpe de estado que tuvo esa duración y a cuya cabeza estuvo el general Marmaduke Grove, un ejemplar entre lo surrealista y digno de figurar por encima de los Buendía de García Márquez. No sólo anduvo de putch a intentonas de todo tipo, con exilio en Buenos Aires incluido, sino que registra un vuelo rasante en un avión pintado de rojo para anunciar uno de sus tantos alzamientos. Como el izquierdismo no les quita a todos el sentido del humor y cierto culto religioso a la solemnidad, las versiones sobre la tarzanada varía según el interlocutor, sobre todo el final, que algunos adjudican a la intervención del cuerpo de bomberos, muy similar a lo que ocurriera con los intentos independentistas de los genoveses boquenses. El caso que el joven médico fue a parar por poco tiempo a un calabozo, destino similar que tuvo la mayoría de los aventureros. Eso sí, como toda revolución socialista que se precie de tal tiene que acabar con algo de la riqueza abyecta de los sectores dominantes, antes de abandonar La Moneda no faltaron los procedieron a expropiar la platería del palacio usada para las recepciones oficiales. A todos los cargos que les hicieron los jueces tuvieron que agregar el de robo calificado.
En el inventario de aquel 11 de setiembre, ahora ya de manera indiscutible por la corroboración judicial y científica del suicidio, que todo valiente no pelea hasta la última bala, como se creía, sino hasta la anteúltima porque a ésta se la reserva para sí. Atahualpa Yupanqui supo decir, cerca del final, que él no era viejo sino que tenía muchos años de joven. En el primer video el Chicho Allende se le acerca bastante con lo que expresa. Y en ese viaje, para agregar a todo lo indeleble que dejó con su transcurrir entre nosotros, se debe agregar algo imborrable: "Ser joven y no ser revolucionario es hasta un contrasentido biológico." Está registrado, por las dudas.

En este condensado aparece parte de la charla con Fidel al día siguiente del acto en el Estadio Nacional para despedirlo y la expresa voluntad política para enfrentar un futuro que se avizoraba como muy poco promisorio. La inteligencia militar, siempre ceñida por los límites infranqueables de una gorra omitieron que fortalecido por sus ancestros paternos de origen vasco, Salvador Allende era fundamentalmente un hombre de palabra, incapaz de balandronadas de ninguna especie, menos que menos si estaba lo público en juego. Se recomienda especial atención a la imagen porque en medio de las tomas a La Moneda hay un momento en que él sale al balcón y mira a lo lejos. El saludito corto que hace con la mano es a un chico que va por la vereda y al reconocerlo grita su nombre. Las tomas posteriores sobre la multitud coreando su nombre pueden llevar a equívocos porque corresponden a otras circunstancias. Esa salida, en la que está flanqueado por un GAP, es para otear el horizonte y tratar de ver si ya vienen los aviones. Además, el curso de los aconrtecimientos determinará que esa sea LA ULTIMA IMAGEN DE EL CON VIDA. La siguiente, horas después, será envuelto en un chamanto, en hombros de efectivos militares, para tirarlo sobre una camioneta y llevarlo al Hospital Militar del Barrio Alto para la autopsia.

9.7.11

FACUNDO CABRAL ERA DE AQUI Y DE ALLA



EL INDIO GASPARINO TAMBIEN FUE A LA CITA CON LOS BOMBEROS
Esta madrugada, a las 05:20 hora local, cuando salía del hotel donde se había hospedado rumbo al aeropuerto, la minicaravana en que iba el trovador argentino Facundo Cabral fue rodeada  por otros vehículos y abatido por ocho de los balazos de las ráfagas de fusiles automáicos que los sicarios dispararon a discresión hacia el habitáculo, sobre todo a través del parabrisas provisto de un vidrio no blindado lo suficiente para ese tipo de armas. El cantautor iba extrañamente en el asiento delantero de la poderosa camioneta manejada por Henry Fariñas, un nicaragüense con credenciales sandinistas, su representante local en virtud de sus falencias en caderas y piernas, producto, entre otras cosas, por dos balazos recibidos tiempo ha, según él consecuencia del mal genio de un marido dominicano que lo había cogido en orsai con su mujer, en su lehcho,  y había sido él quien había solicitado ir ahí, no atrás, por las facilidades para el ascenso y el descenso. 
El hecho se produjo en la capital guatemalteca, las autoridades lo dieron como perfectamente planificado, y Henry Fariñas, el verdadero blanco del atentado, representante y chofer, además de dueño de una cadena de casinos y locales nocturnos, todo idealmente apto para lo que las malas lenguas califican como lavado de dinero, fue alcanzado e intentó huir y refugiarse en un cuartel de bomberos, algo que sin querer se convirtió en una mueca trágica, digna de toda una vida controvertida, transgresora, jamás transitadora de los lugares comunes. Un video, más abajo, da cuenta musical de la cruel relación.
El cuerpo, ya extraído del habitáculo, yace en la entrada del cuartel de bomberos. El bastón en que se apoyaba está a la derecha. Falta la pequeña maletita que llevaba sobre la falda, con su muda de ropa, ligero de equipaje, como el poeta de Machado. Tampoco está la guitarra, seguramente en el baúl.
La prensa local lanzó inmediatamente por la red los datos principales. Ver. Aunque en líneas generales lo que campeó fue el desconcierto y la consternación, las certidumbres apuntaron como blanco fallido al de su exótico representante en el país centroamericano, el ya nombrado Fariña, que resultó herido de cierta consideración, pero que no tardó en quedar fuera de peligro. No así su representante argentino David Llanos que también perdió la vida, aunque iba en un rodado que lo seguía con la patota de custodia.
La muerte de Rodolfo Enrique Cabral (La Plata, mayo 22 de 1937) causó de inmediato un tan impensado como extendido remezón en la  Aldea Global. Desde la Premio Nobel Rigoberta Menchú al presidente local, que atinó a llamar a su colega argentina para darle la noticia y el pésame, la sinrazón, el sin sentido de semejante violencia rodeaba un hecho aunque usual en el terrorismo ciudadano de la zona, uno de los de mayor índice de homicios en esa zona del planeta, particularmente por el blanco elegido, un personaje que siempre supo estar fuera de todos los encuadramientos. La primera reacción fue recurrir a los archivos y dejar constancia de sus hechos más divulgados y conocidos en una vida de trotamundos por más de 150 países en donde fue incapaz de  proveerse de una vivienda propia en su propia tierra o en cualquier otra, según siempre decía, aunque no se tardara en revelar que había adquirido una habitación en un hotel frente a  Plaza San Martín, aunque jamás se privara de alternar con personajes como Sor Teresa de Calcuta, Octavio Paz, Juan Rulfo o Ray Bradbury: "Vengo de un lugar tan pobre que en mi pueblo el arco iris salía en blanco y negro", solía decir con esa ironía y sarcasmo de las que fue un eximio cultor. Más info. "Mi madre solía decir que yo más que artista era un prófugo", tiraba de su muy peculiar humor. "Y tenía razón, la vieja: el arte me sirvió para escaparme de tanto sufrimiento y miseria." 
En 1970 grabó No soy de aquí, no soy de allá, que se convirtió en un éxito arrollador, que tuvo unas 700 versiones diferentes y traducida a lenguas no escritas de las que sólo Cabral tenía conocimiento y como en la mayoría de sus historias desopilantes, en las que vivía muy particularmente exiliado de un mundo que se vuelve cada vez más atroz, de su veracidad se puede tener sólo una constatación tipo Dios: o se le cree o  no se le cree. Por lo pronto en sendos videos de esta posta queda constancia que aparte de él la tarareó el Homero de los Simpson.
Abandonado por el padre junto a seis hermanos, él asegura que su madre emprendió un camino a pie, hasta donde dieran las fuerzas y las suelas, ya que de dinero ni hablar. El tenía 6 años. Lo odió y le deseó la muerte durante 40, que fue lo que tardó en reencontrarlo. Asegura que la primera etapa de aquella diáspora fue Berisso, cercana a su La Plata natal, y a la que describe como un paraíso perdido, digno de Hollywood, con personajes para Francis Ford Coppola, una Sodoma y Gomorra sudaca, en pleno esplendor peronnista y la exportación de carne a los ingleses, los frigoríficos de la Anglo y la Swift trabajando a destajo, una población básicamente eslava y amante del alcohol, donde una mujer todas las tardes, contaba Facundo que en la vía pública de la avenida New York, la principal de un conglomerado que hervía como una gusanera, leía a voz en cuellos TXTs anarquistas y que así fue como conoció a Malatesta, Kropotkin y otros del palo como bautismo de fuego. También supo asegurar que fuera analfabeto Medalla de Oro al mejor compañero hasta los 16 años, que vivieron todos al descampado, y que había terminado en Usuhaia, de donde lo habían rescatado Perón y Evita en avión, como me puntualizó una compañera suya de la primaria en la Ciudad de los Diagonales, actualmente funcionaria de la Asociación Argentina de Actores.
Luego, años después de todos aquellos desvelos, que si no fueron tales como los fabulaba pueden haber sido peores, cuando iniciara su aventura compositora, a muchos les pareció exótico, por lo menos raro, ese muchachito barbudo que en las letras mezclaba a Rilke, Borges, Walt Whitman y otros autores de esa calaña. La madre, de todas maneras con su prole casi llegó hasta la Antártida para criarlos, y nunca se sabrá si para alentarlo o tratar de ponerlo en caja, le dijo que nadie había pensado que debía nacer, pero que no había dejado de ser una buena idea y que no estaba para nada arrepentida. Cuando por teléfono le comunicó que había conseguido trabajo como artista porque le pagaban para subir a un escenario con la guitarra, antes de cortarle de manera muy cariñosa le prohibió que la volviera a molestar después de haber andado chupando.
Sobre todo con su personaje público del Indio Gasparino, en Mar del Plata de los ´60, a su modo Facundo Cabral no dejó de componer un puzzle aparentemente incongruente si se deja despreocupadamente de lado que su nombre de pila del nombre artístico, según él, se debe a que Facundo Quiroga era el héroe preferido  de madre y que cuando él nació estaba prohibido ponerle a los chicos los nombres de los próceres, algo que obviamente no es verdad, y que cuando se toma en cuenta su versión fabulosa y fabulada de Evita y el General en el fondo, por más que maduramente se proclamara anarquista, no dejó de ser un prototipo muy peculiar, con rasgos ingeniosos, creativos y personales por demás de un producto típicamente proveniente el puzzle peronista. Paradójicamente a la par de esta terrible muerte, premiado por la UNESCO, es erigido como un predicador de la paz y se cansó de contar que se pasó casi la mitad de su vida cagándose a trompadas por la amarga inquina interna de su abandono, la injusticia de no tener techo, ni pan, ni salud, amén de esos dos balazos que llevaba en el cuerpo luego de un percance según él consecuencia de un marido posesivo y cornudo, no resignado a aceptar lo que sus ojos estaban viendo. Desde un flanco ideológico poco sospechoso de simpatías congénitas, hay un retrato muy cercano que lo pinta todo lo bien que se puede, dada las limitaciones del lenguaje y lo caleidoscópico de su personalidad. Ver.



Antes de recuperar públicamente su apellido paterno su ingreso público a la industria cultural de la música envasada fue en Mar del Plata y con el pseudónimo de El Indio Gasparino. La trayectoria estuvo lejos de ser un fracaso, pero también bastante distante con lo que entonces se consideraba un éxito. A evidente mal paso no lo negaba, aunque tampoco gustaba recordarlo con demasiada fruición y su inveterada, apenas oculta ácida ironía, de la que hizo un verdadero culto, le permitía zafar de los malos trances que suele jugar la memoria.
Tuve el privilegio de conocerlo a mediados de los '60. Venía a cantar gratis a las Revistas Orales que por entonces hacíamos con un grupo preferiblemente compuesto por poetas inéditos pertrechados con resmas de obras en todos los formatos conocidos y por conocerse. Sus presentaciones por lo común terminaban en verdaderos escándalos para las conciencias siempre enclenque de nuestra pequeña burguesía pogre. Recuerdo particularmente un atardecer en la Biblioteca del Sportivo Ballester, cuando a Facundo se le dio por rociar a una concurrencia bastante nutrida de bien pensantes, maduritos en edad, con una creación de su coleto donde insistía en tirarle democráticamente boñiga fresca tanto a los Beatles como a Su Majestad Británica. La indignación de un poeta local, vecino del lugar para colmo, mueblero con local en la calle principal, de origen judío, afiliado al PC, para como si fuera poco  recalcitrante hincha de un Chacarita Juniors, absolutamente salido de sus cabales por encontrarse frente a un claro ejemplo de algo que no sólo se salía de los lineamientos de la sagrada línea del partido, sino que era un reaccionario hijo de puta, hecho y derecho. El pobre Julito G. terminó sus días ululando fantasmas y otros monstruos en un pabellón del Borda, donde fue encontrado de casualidad por uno de los concurrentes a aquella reunión, a punto de licenciarse en psicología, y ahora este recuerdo aflora porque acaba de llega esta noticia del país donde la pareja matrimonial gobernante se divorció de mentira para eternizarse en el poder, el representante llevaba un auto con guardaespaldas propios, la policía oficialmente le había puesto otros donde los funcionarios oficiaron de testigos preferenciales y toda la zona, hacia la frontera con México, anda con un promedio de muertes diarias no justamente por causas naturales o ya, dado el tiempo transcurrido y la cantidad, causas que se han vuelto fatal y dañinamente naturales, amenazando opacar la fama del país de un Miguel Angel Asturias, la vieja explotación de la United Fruit Co. o los trinos de Ricardo Arjona, un producto típico de la fábrica de salchichas culturales.
Manifestaciones espontáneas salieron a la calle al conocerse el atentado contra el juglar sudamericano. Un ciudadano exhibe una improvisada pancarta que por su expresividad y síntesis no merece comentario alguno.
Retomando, con Facundo dejamos de vernos y frecuentarnos de vez en cuanto a causa de nuestros matrimonios de diferente signo. Lo único que nos igualaba era que habíamos contraído semejante estado civil y sido padres. A él no le duró mucho tiempo porque una catástrofe aérea lo dejó sin su mujer de nacionalidad norteamericana y la hijita a las que adoraba y con las que recorría el mundo y cuanto hotel se le cruzara, obviamente en todos los casos no de muchas estrellas. El mismo, bordeando la pedantería, se regocijaba en exhibir que su único privilegio contabilizable era la surtida fauna de personajes de todos los pelajes y nacionalidades con que había alternado, compartido y nutrido su alma, empezando por Krisnamurti y toda la runfla oriental que curtía el Bar Moderno y el Bar Baró que él solía frecuenta cuando andaba por acá. Por otro lado, como por lo menos me consta algo real, los medios, canales y alternativas para hacerlo no eran lo que comúnmente se clasifica como normal. Después de la celebrada hazaña de nuestro primer título mundial fue la última vez que lo vi personalmente, en medio de la peatonal Lavalle, a pasos de Florida, para el lado de San Martín. Hasta nos dimos un abrazo seguramente recordando el manso despelote de la biblioteca y llevándonos por delante para ponernos al día sobre todo lo que nos había pasado en esos años, que por entonces creíamos una enormidad, pero que no nos causaba angustia porque secretamente o no nos sentíamos eternos. No hizo la más mínima mención a su catástrofe personal, de la que viene a enterarme mucho después. Sí que que estaba en un hotel de mala muerte de esa calle, pasando San Martín para el bajo y que, cosa rara, la guitarra no estaba en caución.
Lo tenía consternado y prácticamente me extorsionó para sacarme una opinión de algo que le acababa de ocurrir y que no sabía si le había dejado julepe o era parte del designio divino que regía su destino como un privilegio. Dos días atrás, cuando la gallega del hotel había dado el ultimátum a la guitarra si no aparecía el equivalente a los tres meses que llevaba de mora, él no estaba y habían caído los Servicios. Yo ya había tenido un incidente similar y se me secó la boca. Facundo estaba más delirante que nunca y contó que habían quedado en volver, dejando día y hora, más el pedido expreso de que los esperara. Me explicó que tenía poco que perder porque la alternativa pintaba en que le pusieran la capucha y lo llevaran a un seguro e irreversible viaje de ida o la hija de puta y de la Madre Patria del hotel lo dejara si guitarra, una catástrofe que bien mirada no le iba en zaga. Con los tiempos que corrían, a la vieja se le habían redoblado sus iras, corazonadas y temores por el barbudo, guerrillero seguro, encima de muchas más sarnas, alimentado a mate y Cerealitas, pero héte aquí que aparecen Los Muchachos, lo saludan como si fuera René Favaloro y le dicen que el general Genaro Díaz Besssone quería verlo ya, sí o sí en ese momento, que abajo tenían el auto con chapa oficial, nada de darse una peinada y una lavadita de gato. La orden era llevarlo con ellos. Facundo me contó que la gallega había quedado trémula y por la manera cómo se le movían los labios, seguro que rezando.
No había opciones. Entre jodas, palmoteos y otros mimos lo cargaron en el auto oficial, las dependencias ministeriales del personajón estaban para colmo ahí cerca, lo llevaron a un recibidor, poco menos que lo zambulleron adentro, le alcanzaron a decir que esperara y salieron. Cuando levantó la vista se encontró con que seguramente la misma expectativa lo miraba José Larralde. Facundo me aseguró por todos los santos del cielo que a esa altura estaba seguro que había saltado la tapia de la cordura y que todo era consecuencia del comer poco y salteado con que celebraba la vida desde hacía ya un tiempito.
Con El Pampa se saludaron unos gruñidos de desconfianza, temor y pedido desesperado de ayuda hasta que el autor de Herencia pa' un hijo gaucho le dijo con esa increíble voz de barítono que le salía del sótano propio de las entrañas: "¿Usted tiene idea para qué lo citaron?" Facundo me aseguró que no se acordaba si le había salido alguna voz o por lo menos un sonido. Encima, como si fuera poco, se abrió una puerta del fondo, donde se recortó la por entonces mediática y familiar figura del generalote en cuestión que decía de manera inequívoca: "Señor Larralde...". Y casi sin terminar: "Después estoy con vos, Facundo."
Nunca lo había visto tan mal. Larralde había salido un poco después como un chijetazo, casi sin saludar pero por lo menos vivo, por sus propios medios, y Díaz Bessone le sonreía de oreja a oreja para barajarlo a él sin más trámites. Lo único que saqué en limpio de tantas incongruencias del encuentro con quien tenía el mandato sublime de planificarnos el futuro en nombre de las FF.AA., era que la música y la canción ocupaban para él (Díaz Bessone, claro) un lugar primordial, esencial, en la construcción de ese Futuro no sólo con mayúscula sino acorde a la prosapia argentina y de ahí la premura por el encuentro, que no iba a ser el único, por supuesto, ¿un cafecito? ¿un té común o de boldo?, se lo veía medio pálido, le había prometido un futuro de plaza con busto y todo y ahora sin embargo sólo estaba ahí, contándome a mí lo que le había contado a borbotones a cuanto conocido se le cruzaba, sin saber qué hacer, a qué atenerse, porque lo único concreto y auspicioso del asunto, dentro de todo, fue que al volver al hotel la gallega se deshiciera como un bizcocho en el café con leche, le devolviera la guitarra y le ofreciera hasta agua caliente para el mate. "Pero lo más lindo de todo, no sé si te das cuenta, es que la gallega de mierda ahora se le ha dado por tratarme de señor porque debe estar convencida que soy importante porque cuatro tiras cagones me trataron como a un ser humano."
Personalmente fue la última vez. Después supe de las dos visitas del cáncer, su calvicie por la quimioterapia, los anteojos negros y el bastón que lo llevaban para el lado del bolerista caribeño, la mala leche persistente cuando en Mar del Plata, en dupla con Alberto Cortez, llenaban todas las noches hasta la vereda y cuando en plena temporada tenían ya todo vendido y el futuro cierto de un Buenos Aires que lo iba a esperar oportunista  como siempre para los éxitos caídos del cielo, mucho más con un título de bambalinas como LO CORTEZ NO QUITA LO CABRAL, no va que al pampeano que lo llevan en el avión presidencial, la cardiocirugía de urgencia lo salva del pelotazo en el palo y el pobre tiene que recuperarse en el Polideportivo de Olivos, departiendo su convalescencia con El Chango de Anillaco, vaya uno a llamarlo desgracia con suerte.
Tenía 74 años cuando los últimos flashasos lo mudaron de la todavía noche guatemalteca a la inmortalidad, imitaba a Borges a la perfección, nunca dejó de practicar de manera impenitente la inteligencia y el talento, hasta último momento no dejó de hablar, bajo ninguna circunstancia, sospechosamente reiterativo, de su madre, y a la pregunta de por qué no había vuelto a casarse, aunque sea aparearse de alguna manera con alguna mujer, respondía que a la única que había amado había sido poseedora de una belleza que dolía.  El sacudón fue de tal magnitud que después de atender el llamado directo de Sor Teresa de Calcuta, que ya había tenido el atrevimiento de interrumpirlo cuando estaba en un set de la tevé mexicana, se quedó sin habla, adiós para siempre a los ocho (8) idiomas que hablaba, un juramento de cuasi castidad que se revelaría ahora con la llegada de su cuerpo encajonado a la Argentina, esperado por Figurettis impresentables del gobierno, tratando por todos los medios disimular, camuflar, el trastazo del domingo en las elecciones de la Capital Federal, Silvia, su viuda venezolana oficial que lo había acompañado durante los últimos diez años, casados legalmente hacía apenas siete meses y el destino incierto de terminar cremado en la democrática Chacarita o semienterrado en el medio pelo con aspiraciones del Jardín de Paz de Pilar.
El gran misterio que deja este manantial de fábulas e historias fabulosas, sin embgargo, es si vivió realmente algo de todo lo que dijo, si conoció a todos los que asegura que conoció o si dedicó la vida a narrarse a sí mismo a su través. El siempre supo de estas dudas. Las capeaba con la elegancia  e inteligencia de siempre. "Mi madre dice que de mí puede decirse cualquier cosa, menos que cualquier cosa que digo no sea cierto", apostrofaba al borde de perder el buen talante de siempre. Como otros grandes fabuladores de la tierra, tipo el Cuchi  Leguizamón o Jaime Dávalos, ponerles un detector de mentiras o valorarlos con la pobreza de la alternativa cierto/mentira/tache lo que no corresponda o si se trató de lo inventado de una cotideaneidad por lo común anodina, es negarle esa virtud fundamental que le vertebró la existencia como es aceptar sin cortapisas que en lo que llevó la vida, narrar fábulas, la vida, no sólo la suya, fue mucho más linda que la prosaica verdad. Por lo menos una insospechada cantidad de la humanidad, al menos de este lado del mapa, de una cantidad bastante poco imaginable de países, con Guatemala a la cabeza, salieron a llorarlo.   [AR]


30.5.11

¡CON LAS BALLENAS, NO, CARAJO!


Anoche, después de 69 días de espera, se develó el misterio de la elecciones en Chubut. Las del 20 de marzo fueron objetadas cuando el oficialismo de Mario Das Neves tenía una ventaja de poco más de 400 votos y los kirchneristas querían abrir todas las urnas, barajar y dar de nuevo. Salomónico, el Tribunal Electoral adoptó esta rápida solución y para recontar los 1900 votos recurridos en cuatro mesas de Camarones, Trelew y Comodoro Rivadavia, los comicios se cerraron entre las 18:00 y las 19:00 y a las 21:30 todavía no se tenían ni noticias. La nueva ventaja es de una veintena de votos menos. Una vez más se ratificó que las cuentas claras conservan la amistad.
El gobernador había tenido la brillante idea de primerear con sus aspiraciones presidenciales y entró a empapelar Buenos Aires duro y tupido, incluso con gigantografías que todavía duran haciéndole compañía a las dudas sobre de dónde salen los fondos de los hiperactivos políticos de los pelajes. Oficialmente boludo fue lo más cariñoso que le dijeron. Que había entrado en desgracia para el oficilismo reinante no era necesario ser politicólogo; más bien, todo lo contrario. Como también que justo coincidió la nueva fecha dada por el Tribunal Electoral chubutense con las elecciones en La Rioja, donde el kirchnerista local, apoyado por El Chango de Anillaco, se quedó con el triunfo y más del 70% de los votos. Los rumores aseguran que en octubre, Zulemita, La Hija del Papi, se va a candidatear para diputada nacional, con lo cual la Cámara Baja se va a acercar cada vez más al nivel del zócalo. El gobierno ya no le hace asco a nada y está cada día más peronista.
A todo esto, las aspiraciones presidenciales de Das Neves quedaron igual que el Peronismo Federal. Ni siquiera anécdota. Pero no es nada raro que para hacerle pata a su brillante compañera riojana se tire una canita al aire para un escaño también en Diputados de la Nación. Total, con jurar y sentarse cinco minutos después tiene la pensión completa para el resto de su vida.

13.4.11

¡CHOOOORRRO! VOS, TU VIEJA Y TU PAPUSKI

 


Las imágenes son categóricas. Y máxime si vienen de la mismísima tevé de Praga. El presidente de la república, sobre todo ahora que no está más la asquerosa dictadura comunista, le gusta expropiar lo ajeno por cuenta propia. Le hizo una lapicera a su colega chileno Sebastián Piñera, que ya no sabía qué boludez decir para tapar el bache y le da por guitarrear con la similitud de los colores de las banderas , y que los dos  países comparten qué yo cuántas cosas, comparten un pomo, si se la  acaba de afanar, le va a tener que prestar la suya para firmar los acuerdos.El viejito, a todo esto, plin, caja. Hay que reconocerlo, la mano sobre el corazón: no tiene el mismo saborcito, así se la hubieran regalado, ¿no?

25.3.11

GRACIAS, MAESTRO


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PLACIDO DOMINGO A TODA VOZ
Al final todo conspiró, hasta el clima, para que fue una plácida noche de otoño y la 9 de julio, de Corrientes hasta casi Córdoba, se alfombrara con más de cien mil argentinos de todas las condiciones y durante tres horas se comulgara con la cultura sin prejuicios ni remilgos en una fecha que si bien, como dijera Borges, es para el olvido como cualquier otra, nos fija a los hombres en el tiempo. El madrileño, de flamantes 70 años, fue secundado por la criollita santafesina de 33, Virgina Tola, con quien bailó, se coquetearon, y el sentimiento y la sensualidad congeniaron con el arte a toda orquesta para ponerle la cereza del postre de la chochera de sacar al escenario a sus dos pequeños nietos. Hasta una fila de cuatro fueyes pusieron lo suyo. El gotán no admite otros timbres. Fue el jueves 24 de marzo, en medio de otros actos separados, con bombos y consignas cruzadas, en medio de una realidad bastante caótica y en medio de un paro gremial de trabajadores de la música en el que el gran tenor terció a favor de sus compañeros en cualquier lugar del planeta y terminó la jornada recibiendo en privado a las Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora y en el escenario, el locutor oficial, recordando la significación de la fecha para esta otra gran herida que tiene el país.
Gracias, maestro. La Reina del Plata es dura y frívola, pero no olvida y vos le perpetuaste una noche para el recuerdo con una efémeride propia. Gracias y volvé el año que viene para festejar tus 40 años de debut en el Colón. Ojalá nos encuentres mejor y no tan desencontrados.

25.11.10

LOS TERRATENIENTES NO LEVANTAN UNIVERSIDADES

Atrincherados atrás de una pancarta, los qom pretendieron resistir el nuevo embate civilizador.
A 140 kms. al nordeste de la capital formoseña, en lo que se conoce como Colonia La Primavera, el largo conflicto del tire y afloje de quitarle la tierra a los aborígenes so pretexto de levantar una facultad para la universidad local, terminó a los balazos, tal cual era previsible, con dos bajas entre pobladores de la etnia qom, que algunos siguen llamando genéricamente tobas, y un policía. Otro uniformado tuvo que ser internado porque le habían metido un flechazo en el tórax.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Sixto Gómez (40) y Roberto López (58). El oficial principal que resultó muerto fue Ever Falcon y otro, de apellido Vence, fue el que recibió un flechazo en el pecho. También otro suboficial resultó herido. La versión de los hechos según los atacados. Los funcionarios del gobierno, para variar, dicen que la superficie en conflicto son 600 hectáreas, los aborígenes dicen que más 2 mil y en los claroscuros aparece una familia de nombre Celías que son los que tienen la posesión de hecho porque la generosidad oficial les canjeó mano a mano unas tierras inundables que tenían por otras de la colonia qom. A la zona la pintan calva para la soja. Los qom le cortaron el alambrado y tomaron la ruta 86, hace cuatro meses, podridos de esperar, y ahí empezaron las patoteadas a despecho de la legislación vigente. La rutina del hecho en sí estuvo dentro de los cánones policiales que se usa en el país como norma. El gobernador, a todo esto, ni se enteró y a la tarde mantuvo una teleconferencia con la presidenta de la república donde ni siquiera hicieron mención del tema, menos que menos al dichoso yuyito ni a los piquetes de la abundancia cortando la ruta, en una actitud que retrotrajo, sin querer, a lo adoptado cuando fue el asesinato de Mariano Ferreyra en Barracas. Ahora, por lo menos, Su Excelencia va a poder excusarse diciendo que Formosa está más lejos, hace calor y esperar que vía Twitter le hagan saber que hay una desnutrición de la gran puta.
Las diferentes administraciones justicialistas provinciales no tienen suerte. Son iguales o peor que los viejos oligarcas. Tal el caso del tucumano Alperovich, un radical transvezalizado y delfín del kirchnerismo. El 17 de junio último, en Los Zazos, una población una legua arriba de Amaicha del Valle, en pleno Valle Calchaquí, fue hallada muerta y la policía se mostró muy diligente para hacer todos los trámites. La médica de guardia fue más cuidadosa y encontró que la anciana Rosa Esperanza Nieva, de 81 años, estaba toda golpeada y encima había sido violada. Doña Esperanza era conocida y reconocida en toda la zona porque toda su vida fue una activista de los derechos de su gente por las tierras y últimamente andaba metida en otros dimes y diretes. Ver los detalles.
La inmediata movilización de los demás pueblos, como los vecinos quilmes y otros, impidió la invisibilización del hecho y por lo pronto, de movida, consiguió el cambio de carátula a homicidio simple, nada de muerte natural. Esto se viene a agregar al asesinato del cacique Javier Chocobar, un hecho que fue alcanzado a grabar en un video y subido a la ensalada en la materia que es YouTube, con el papel que jugaron los Amín, y donde se aprecia también la presencia de represores que trabajaron para la última dictadura como apoyo logístico para los latifundistas que se sienten perjudicados. De este modo, el nuevo hecho viene a agregarse casi estadísticamente, si no fuera por los circuitos de comunicación que han montado los propios marginados, a las secuelas que perduran desde la cristiana colonización. Para un gobierno que se precia de ser paladín de los Derechos Humanos, si encima se le agregan las víctimas del Gatillo Fácil y las Patotas Sindicales ya como que van demasiados muertos, en un terreno en que ya uno es una cantidad inaceptable.




28.10.10

"QUE SUERTE QUE TENGO PARA LAS DESGRACIAS"


El aparato oficial se encargó de empapelar la ciudad con las nuevas consignas.
El chascarrillo fue uno de los caballitos de batalla de Pepe Biondi, un payaso cubano disidente que hizo época en el Canal 13 de entonces, fundado por Goar Mestre, otro disidente cubano, y se introdujo en el decir colectivo. No ha perdido validez. El deceso del abogado santacruceño Néstor Carlos Kirchner ayer a la mañana, en su residencia de El Calafate, a consecuencia de lo que se considera fueron tres infartos seguidos de los que la inmediata atención no lo pudo recuperar, encaja exactamente como una mueca, pero encaja. Contra todos los designios, voluntades y sentimientos la muerte lo acorraló en el momento justo. Además, ya estaba condenado desde varios ángulos. Esta buena fortuna para el infortunio le permitió en una de esas entrar a la gloria sin parar en el peaje del cadalso. En términos políticos, culturales, sociales, cuando mucho tenia para un año más de vida. Encima estaba el correlato de su deterioro físico y cómo se timbeó el resto con oídos sordos a los consejos sanos y sabios.
Tenía 60 años, hacía 23 que ejercía alguna forma de poder público, desoyó todos los sanos consejos médicos de una salud resquebrajada como consecuencia de vivir en constante campaña política para conservar ese poder a toda costa, después de haber acumulado una considerable porción, al parecer como única opción vital, a pesar de la retahíla de reveses que venía sufriendo y del que todo indicaba que iba a volver a sufrir el año que viene, cuando insistiera en presentarse a la cabeza de la fórmula presidencial del Frente para la Victoria, cuando el no tan súbito final lo instaló en la gloria de esos que se consideran momentos justos para morirse.
Nadie elige el momento para morir. Salvo los suicidas. Si fuera por elección, la inmensa mayoría lo dejaría para más adelante. Pero hay quienes salen congraciados con lo fortuito porque sostienen de distinta manera la causalidad y se instalan de manera que parece casi mágica en una muerte que revierte lo consternante. Incluso no faltan los fanáticos del verdadero culto futbolero que remiten el origen de los males al día del 2006 que tuvo la malhada idea de dejar entrar a la realidad a la Casa Rosada, por primera vez en la historia argentina, y sacarle tarjeta roja a la prensa. Con la capilla ardiente todavía a full en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, a alguien se le dio por poner sobre el tapete que en su angurria de poder el fútbol era su objetivo máximo y que cuando le tiraron la idea de Fútbol para Todos, un mamarracho que le cuesta al país 700 millones de pesos anuales para sanarles los insanables déficits a una costra parasitaria e infantilmente competitiva, haciéndole pagar al 80% del país la engañosa pasión popular que padece con el envase del goce el otro 20%, y que a poco de andar ha demostrado sólo la virtud de minarlo, volverlo aburrido y que empiecen a subir de tono no sólo las críticas a un desmán más sobre los dineros públicos sino sobre el objetivo del hecho en sí.
De todas maneras, sea como haya sido, el remezón de semejante deceso en semejantes circunstancias sacudió fuerte al país. Para colmo fue a primera hora de la mañana, el día decretado feriado para el Censo Nacional 2010, y en un momento en que el fuego granado le daba sin piedad. El día anterior, en una de las tantas columnas del matutino La Nación, francamente fue un ajusticiamiento virtual. El último número del semanario Noticias, el 23 de octubre, le dedicaba un informe especial justamente al deterioro cardíaco y los peligros que eso implicaba. Bordeaba las sombras de un certificado de defunción: De la angioplastia al combate fue de movida, nomás, el título de apertura de las tres páginas con una infografía. Los pronósticos inflacionarios para este año se instalan en un 25%, cuando no directamente en el 30%, y ninguno mejor que él sabían que inflación y crecimiento tienen incompatibilidad de caracteres. La Encuestología, esa disciplina esotérica encumbrada a ciencia exacta por el neoliberalismo, coincide en que la intención de voto no le daba para ganar ni en la primera vuelta, asegurándole sólo un piso seguro del 25%, y que en el ballatoge los odios que se supo ganar lo iban a arrasar.
Se había ganado la inclemencia. En otro lugar dejamos la constancia de hasta dónde llegaba. Ver. Cierta molicie o alguna otra cosa hizo que este espacio, que iba a ser llenado con un tema afín, como el peak de violentismo de todo tipo, al final quedara para una necrológica. La concatenación de los hechos tendieron a mostrar de movida una inquietante senda recta. Más allá del terrorismo informativo, del pánico fachistoide de los sectores medios por la dichosa inseguridad, en los últimos días arreciaron una serie de hechos donde lo llamativo apuntaba a un exceso de violencia sin sentido e innecesaria, gratuita, la dichosa mindless violence, como bautizaron los ingleses a la futbolera de movida. Una saña innecesaria por parte de los victimarios, la insistencia en liquidar cuestiones pasionales con un plus sangriento que ni lo peor de la crónica roja en sus mejores tiempos, más la reiteración en tener a criaturas como el objeto deseado. Pero el miércoles 20, poco más de mediodía, el detonante iba a estallar: una organizada patota de la Unión Ferroviaria que comanda Luis Pedraza desde hace 25 años emboscó, con zona liberada por la Federal, a activistas del Partido Obrero y a consecuencia de los balazos cayó muerto Mariano Esteban Ferreyra, 23 años, estudiante, y también Elsa Rodríguez, de 56, más otro jovencito con una herida en una pierna. El muchacho no llegó vivo al hospital. La mujer sigue en estado reservado en el Argerich. Al día siguiente las hilachas de la  izquierda argentina y los organismos de derechos humanos reventaban la Plaza de Mayo con una movilización de protesta por cierto tan inusual como sorpresiva. La actitud del gobierno fue lamentable, empezando por la propia presidenta. Si se hubieran esmerado no lo hubieran hecho con tanta eficacia. La indiferencia y el desdén ya lo habían puesto de manifiesto más de una vez, salvo cuando el dichoso ingeniero pour la galerie Juan Carlos Blumberg se convirtió de pronto en un referente multitudinario merced al secuestro y asesinato de un hijo de la misma edad que el asesinado activista troztkista. El jefe de gabinete Aníbal Fernández atinó a embarrarla más asegurando que la policía había hecho lo que tenía que hacer. El cada vez más poderoso Hugo Moyano trató de despegarse e interceder ante el Ministerio de Trabajo para que los tercerizados, encima despedidos, fueran retomados. Piaste tarde, paloma. De esa ilegalidad que apaña a 3 mil trabajadores más, sin contar el 50% de mano de obra en negro, mucho más inconcebible en un gobierno que se hace buches con la justicia social, su nacionalismo y sensibilidad popular, ni jota. Un extrañamente demudado Néstor Kirchner, alérgico a la prensa, sobre todo a la tevé, se prestó intempestivamente a la requisitoria pero se le veía que varias esquirlas le habían dado en un lugar más que sensible. En su reculada las alianzas con la oligarquía sindical y los barones del GBA se pagaron caro y en especies. La presencia y entrada en acción de barrabravas quedó demostrado cuando gracias a los peronistas mudados tempranamente al liberalismo desde fines de los '50 las instalaron como parte del paisaje social cotidiano y para ineludible de la falsa conciencia nacional. Encima el cholulo acusado de ser el que disparó había hecho facha en Facebook y subido las fotos con ministros y otros jetones del gobierno. La línea lleva de ese Harry Favale, un bravo de Defensa y Justicia, club con un dossier tan inteersante como muy poco divulgado, hasta un tal Daniel Fariña, también barra, pero también empleado de la municipalidad de Florencio Varela, el que lo había llevado a jetonear a la peña con la primera línea kirchnerista y a su vez había viajado a Sudáfrica con la ONG de Marcelo Mallo, un cuadro de Compromiso K, que alimenta a Alicia Kirchner y responde a Rudy Ulloa, justo uno de los últimos en hablar por teléfono con El Pingüino antes del triple infarto. Ver parte del entramado. Con este charteo y amago de institucionalización grasa jamás las barrabravas habían tallado tan alto. Hoy algunas versiones circulantes le dan la autoría de la idea original al que resultaría imprevistamente fallecido y glorificado, que le sacó punta a la idea junto a otro del mismo palo en fundir lo popular con lo lumpen y marginal, el quilmeño Anibal Fernández, flamante vicepresidente del club más viejo que sobrevive en la AFA, cargo que alterna con la jefatura de gabinete, Twitter y batidore líbero para barrer con cuanto algo parecido a lo no deseable se acerque a la primer mandataria. Encima es fin de semana se llevaba a cabo un beta test de la peregrina idea de Mallo, expuesta a la vuelta de Sudáfrica 2010, donde entonces todavía quedaba en una nevera particular el cadáver de un barra bostero, caído en combate justamente con los de Independiente después del 4 a 0 con que los alemanes deciedieron irrespetuosamente mandar de vuelta a la selección argentina. La CD de los Diablos Rojos de Avellaneda ponían como control de puertas y molinetes a sus muchachos para reinsertarlos en una función social, sacarlos de la marginalidad, irlos preparando como líderes sociales del Modelo que nadie conoce pero que nos va a alumbrar. En este club han hecho los Moyano, uno de los príncipes herederos tiene funciones en el departamento de fútbol y a esta barra pertenecía el ahora ya legendario Emilio Quiroz, (a) Madonna, chofer y guardaespaldas de Pablo Moyano, que saltó a la celebridad por sacar una Bersa 9mm y vaciar el cargador contra el paredón de la entrada de la quinta de San Vicente, el día del traslado de los restos mutilados de El Líder.
Dos días después del hecho la pareja presidencial se mostraba en el que a la postre sería el último acto público, porque todo desde hace tiempo se había convertido en una descarada campaña proselitista con vistas al 2011 y las cuentas a cargo del erario público, en el aniversario de Chivilcoy, la ciudad del ministro del Interior, nada menos, que se mostró muy ufano como siempre con su reloj pulsera de 20 mil euros.
Néstor Kirchner, con su pasado de adicciones varias, como el cigarrillo, el whisky y una timba para matizar las ventosas veladas patagónicas, fundamentalmente fue un insaciable del Poder y del Dinero. En los cuatro años de su presidencia las transformaciones que hizo y los saltos que logró son tan innegables como el autodesinfle posterior que algunos hacen coincidir con el ascenso de su esposa al sillón de Rivadavia y otros estiran al estúpido e innecesario conflicto con el campo, que desangró al país en una porfía estéril de cuatro meses y varios millones de dólares. En un pararelo con el fenómeno populista conservador del peronismo se debe acotar que al igual que El Líder, amén de un país postrado donde hasta un choripán era un aporte revolucionario, la situación internacional le pintó mucho mejor, pero la plata dulce y el viento de cola le sacaron los vicios afuera y salió a relucir el desgraciado y reiterado potlash del peronismo, algo así como las recaídas cortazarianas donde los buñuelos de la tía eran más que una segura recaída. Para arriesgar una hipótesis, le creció de manera insostenible la tentación a mano de un proyecto personal subalterno, como la suma del poder del legendario y sucedáneo posmoderno y fashion del desopilante Rey de la Patagonia, otro Orélie Antonie reencarnado, marchando desde la ciudad continental más austral a la frígida y desdeñosa Buenos Aires, para algunos Capital de la República de la Pampa Húmeda, todo enmascarado y bien envasado en el crecimiento anual al 7 u 8% del país.
El tremendo, más que nada sorpresivo impacto producido por su muerte súbita, la reacción popular, como consecuencia no deseada, sin embargo consiguió borrar de la realidad mediatizada el asesinato de Ferreyra y todas las implicancias, sobre todo las que salpican con generosidad al gobierno. Sin embargo, con la facilidad que siempre otorga lo sucedido para repasarlo, la conducta que resulta final en Kirchner lo signa más para su pasado timbero y el ponerle todo a una ficha. Tuvo un comportamiento autodestructivo sólo comprensible si muy dentro suyo la Vida era Poder o no era vida. La famosa profundización del Modelo debería empezar por explicar cuál es el famoso modelo, más tratándose de un peronista. Ante una diáspora creciente, sobre todo en las últimas semanas con factores de poder como los Señores de la Industria, se manejaba como en un mercado árabe, en una feria donde las cajas chicas si no compraban por lo menos no dejaban irse o acercaban frágiles aliados. El patatús final lo pilla en El Calafate, el dichoso enclave de los lotes fiscales comprados por chirolas gracias a la generosidad pueblerina de un intentende en unos desiertos donde las normas se dictan en el momento y a medida y poco después vendidos por fangotes de dólares, quizá en lo que debe en lo que debe ser por lo menos el más ruidoso de sus escándalos. Hasta allí se había llegado en uno de los clásicos retiros tácticos cuando había tormenta en Buenos Aires, en este caso el asesinato del chico Ferreyra que lo tuvo a mal traer hasta el último momento. Queriendo cerrar el círculo de los mensajes genéticos al inconciente, para algunos su hijo Máximo, para otro el benemérito Lázaro Báez, gran candidato a hacerle compañia en el pabellón si se cumplían los vaticinios agoreros de una chirona casi segura, pero veinte días antes compraron una parcela en el Cementerio Municipal de Río Gallegos, dado que no se había tomado ninguna previsión en ese sentido y encima vendido hasta la casa cuando el desastre electoral del 2009. Diez días antes, visto desde ahora en la senda de un paquidermo más que de un pingüino que a los culazos se mete al océano, había anunciado que se volvía al pago y apenas dos días antes, previo al que sería el último viaje a El Calafate, anduvo viendo residencias para adquirir y tener allí otra vez la morada.
No pudo ser. El estallido popular que provocó su muerte sorprendió a tirios y troyanos. Los climas públicos, acicateados sobre todos por los medios masivos de comunicación, con la tevé a la cabeza, rotaron de frente y hasta los más furibundos antikirchneristas, con el pretexto del respeto a la muerte, se fueron a baraja. En la Argentina el panquequismo tiene en lo peronistas sus máximos cultores, pero los demás no lo hacen mal. La verdadera transmutación de La Nación, por ejemplo, desde el primer día de duelo era para ver o no creer. Las varias coberturas gráficas diarias resultan un documento de primera agua. Y ni qué decir cuando no trepidó en calificar al adiós de multitudinario. El reviente y el oficialismo a ultranza son dos formas de las Bellas Artes. La oleada masiva, sobre todo la espontánea, no la militante de las Masas Delibery, alfombró las calles y plazas del centro porteño. Más que nada llamó la atención el rango etario: la cantidad de jóvenes fue abrumadora. Lo inesperado del desenlace, que a la vista pausada de sus últimos actos tiene tanto de inesperado que lo único que le faltó fue llamar a licitación, la irracional capacidad de despertar las iras públicas contra su persona, la verdadera demonización que se había hecho con él, contrastó con la evidente presencia masiva y el reconocimiento internacional que fue mucho más allá del pretendido chavismo que le achacaba la derecha aborigen: el chileno Piñera y el colombiano Santos se disputaron en ver quién lo elogiaba más. ¿Hemos tenido el privilegio de asistir en vivo y en directo al nacimiento de un mito?
Empezando por el poco carismático Hugo Moyano, que sin trepidar lo calificó de la tercera pata de la mesa de las glorias peronistas, nada menos que junto al General y a Evita, los evidentes logros de su gobierno permiten cierta equiparación con el líder. La postración del país y la irrepetible situación internacional, como ya se apuntó antes, le dieron una mano que no se puede negar y que no le resta méritos por la manera como piloteó. El inneagable reconocimiento internacional, sobre todo el sudamericano sin retaceos, deja para los egiptólogos desentrañar semejante papel emblemático en quien fue el adalidad de la entrega petrolera, un embrollo con el pago de la deuda externa al FMI que dentro de mucho tiempo se desentrañará y los jovencitos que se desgañitaron bajo la lluvia por el supuesto líder revolucionario, como otras generacines argentinas, seguramente peinarán canas cuando se destape la olla, truenen las voces peronistas del escarmiento y quieren ir a orinarle la tumba en masa. Tampoco se le puede negar que sin tener dones divinos dividió las aguas, empezando por el propio peronismo, y que en materia de principios y de línea política al famoso lema leninista de dos pasos adelante, uno atrás, él lo convirtió en uno y medio para adelante y cuatro o cinco para atrás. En las exequias de la Casa Rosada ver a su hijo Máximo, mentor de La Cámpora y administrador de los suculentos bienes familiares, multiplicados tan maravillosa como inexplicablemente en los últimos años, cantar el himno nacional con el puño izquierdo en alto, como si fuera camarada del asesinado Mariano Ferreyra, el reciclado de varias consignas setentistas y montoneras lleva a pensar que como ya dijo alguien, la experiencia humana no es transmisible, o viven en el más terrible de los engaños que tiene como columna vertebral ese fenómeno pasional que es el peronismo, ideológicamente invertebrado como una ameba. El rescate de los marginados, la incorporacion de los jubilados y varias otras medidas más fue de consuno con una de las etapas de mayor concentración de la riqueza, amén de constituirse con una banda de amigotes en el clon de un holding donde por supuesto sobresalían los casinos de La Quiaca a Usuahia que no pagan impuestos, lo mismo que la timba financiera. El nacionalismo a ultranza se da de hocico con las concesiones a la Barrick Gold y otras mineras a cielo abierto, dejando de lado, para no cargar las tintas, la contaminación sine die de las reservas de agua potable de las napas con el letal cianuro. El veto de su esposa del 82% móvil de las jubilaciones mínimas, bajo el pretexto exrtremista y extorsivo de la quiebra del Estado, omite políticamente que está vigente para todo tipo de uniformados, incluso hasta los bomberos voluntarios, pero empezando por militares, jueces y policías, amén que las ya mencionadas excenciones impositivas a las timbas de todo tipo se agrega el subsidio a los grupos de poder, una suma que en total supera con creces los costos para que los últimos años al sol de los más viejos y pobres no sean con la mano tendida para la mendicidad, los hospitales en la ruina, las escuelas lloviéndose y las universidades como barcos filipinos. Los consejeros de la virtualidad que los rodean con más que suculentos honorarios, entre otras cosas para tirarle el fardo del asesinato del chico del Partido Obrero al Pitufo Duhalde, los llevó a pretendidamente lanzar un canal exclusivo en YouTube, cuyo en enlace directo está cerrando esta entrada, para tratar de distraer mediáticamente con supuestas novedades de lo cada vez más espinoso que se ponía el caso, dadas las comprobadas y buenas amistades con la Unión Ferroviaria del viejo cacique, el ex marxista José Pedraza, porque hacía cuatro meses que el chiche de la Hi Tech estaba en funciones y las balas de las implicaciones pegaban cada vez más cerca. Ya olvidado el incidente, incorporado al folklore del cornudismo nacional y popular, está el cuento chino de los 20 mil millones de dólares que circuló a poco de haber subido al gobierno y que el rodaje hizo crecer la versión que eran pagaderos en dos siglos y medio al 2% anual, un paquete que a los moderados Ojos de Un Piso de Pequín los dejó lelos y no supieron cómo redactar el comunicado desmentido o si era mejor un curso acelerado para putear en castellano. Nadie entendió. O nadie quiso escuchar nada. Se desmentía sobre el delirio y se deliraba sobre la mentira. La realidad era tan chiquitita y a mano que ningún argentino, menos que menos peronista, podía aceptarla.
Para el Lupo o Lupín, como le decían en el barrio cuando era pibe, fue demasiado. En un sentido simbólico, netamente político, no es aventurado pensar que el pibe Ferreyra, desde su muerte verdaderamente indeseada, fue el verdadero verdugo del Lupo. Por lo pronto el último día de vida tuvo la famosa llamada por teléfono del jeque Hugo Moyano recriminándole que le había alfombrado el camino hacia la presidencia del PJ bonaerense y le había sobeado la primera reunión de la cúpula. Seguían desfilando desconsolados ciudadanos de todas las edades en la capilla ardiente de la Casa Rosada, roto el protocolo por cuarta vez porque los tres primeros allí velados fueron Bartolomé Mitre, Manuel Quintana y Carlos Pellegrini, no precisamente exponentes del neorevisionismo que ahora quiere instaurar Cristina Fernández, cuando en Río Gallegos los camioneros de Moyano volvieron a cagar a tiros a militantes del Partido Obrero. Peronista de raza, por lo tanto lo contrario de sí mismo, ya había tenido panqueadas varias con los militares, con la famosa década del '90 a la que le cargó toda la romana después de haberla integrado con el mismo fervor con que posteriormente dio la media vuelta, pero para quien por más sanateada que haya sido su inveterada militancia universitaria en La Plata, el asesinato vil de un chico de 23 años en manos de los sicarios que a él y a su mujer, la actual presidenta, también le deben haber apuntado y hasta gatillado a las patas más de una vez, fue como demasiado. Y echó el resto. Encima estuvo la bendita llamada del camionero, caliente como mono con tricota por la jabonada de piso. También la certidumbre interna a la que no se le puede hacer la pera que el Poder se le desvanecía y la alternativa de quedar en chirona, aunque fuera como la ridícula parodia de Carlos Saúl en la casa quinta del Gordo Bolú, era un estimgma que al Lupín lo iba a remontar a revivir los años amargos de su infancia, hazmereír de todos los demás por un aspecto que ni la más temerarias epopeyas de la actual cirugía plástica puede intentar borrar. En estos casos, ese acicate de la conciencia puede ser tan lacerante, sobre todo cuando se ha probado el vino dulce de lo fácil que es el engaño, la simulación y la capacidad innata para satisfacer una adicción que, dicen, es mucho peor que la de las drogas duras. Dentro de ese cuadro, La Parca hasta es una redención. Pero encima de ser un balance precario, cualesquiera sea el Juicio Final que le depare la historia, primero que nada El Pingüino fue víctima de su propio engaño, cuando a poco de subir, salvo La Nación que le dio la extramaunción a la semana de la mano de Claudio Escribano, el resto del periodismo, el mismo gracias al cual íbamos ganando la guerra de Malvinas cuando de pronto cambió el viento, ha hecho un innegable e invalorable aporte: una nueva antinomia a la de peronistas/gorilas, fachos/zurdos, liberales/rosistas, etc. ¿Montonero fashion o liberal de la primera hora? Porque su conversión a lo ya conocido del peronismo, iconografía mediante, data del último tiempo, cuando se le empezó a llover el rancho. Indudablemente un mojón más que lo que el reciente Premio Nobel de Literatura califica de país indescifrable y que no se puede explicar cómo se hizo añicos semejante riqueza y porvenir en apenas medio siglo o un poco más.
Descansa en paz, Néstor Carlos Kirchner. Pero han quedado algunas facturas impagas que de una vez por todas en este país les correspondería pagar a los que rompieron los platos y siempre terminan  cantándose la tosca. AR

Por más material consultar el canal oficial que el gobierno acaba de habilitar y trasmite en directo: