12.8.05

LA NOCHE DEL 10

Por fin, el próximo lunes 15, a las 22:00 hora local, se produce el debut en Canal 13 de Diego Armando Maradona como conductor televisivo. ¿El formato? Como la fina intuición de nuestros seguidores ya lo ha sospechado, cantidad de chicas tan riquitas como anodinas, bastante en bolas, bailan o hacen que, atrás y alrededor. Va a estar O Rey Pelé. Y apostá todo que las nenas, la Claudia, doña Tota y el papá, si es que no anda otra vez con el bobo a la miseria. Guillermo Coppola, (a) El Guillote, parece que no va a ser de la partida porque tiene a una de las cotorritas australianas mal de la gola, con la epidemia de faringitis que hay dando vuelta, y tiene miedo que le levante unas líneas la temperatura.

Con un país pletórico de felicidad, gozando de las bondades de haber dejado atrás toda crisis y disfrutando a pleno que las colectividades políticas se aman entre sí y no se tiran KK a rolete, el presidente por encima de banderías haciendo campaña proselitista para sí mismo, con un fangote de dineral en producción, total hospitales y escuelas es lo que sobra, un Maradona adelgazado y recuperado parece que va a hacer jueguito con la pelota, cosa que no hizo nunca, y a prepararse porque en los diálogos incisivos los coleccionistas de furcios van a coleccionar de lo lindo.

Carlos Salvador Bilardo ve opacarse su estrella de divo único de los cortitos a la tevé. Los raitings tiemblan. Mauricio Macri quizá hasta aparezca sin querer para desmentir aquellos que le dibujó un puesto en la CD de Boca para tener más votos cuando los augurios decían que eran un quilombero. Pero el más grande, el que tiene tatuado en el cuerpo al Che y Fidel, el que luchó como un titán contra Havelange y Blatter por los derechos de sus compañeros futbolistas, ya hizo sentir su sensibilidad de pueblo y al que no hace goles, no cobra, y ahora los solteros tendrán que concentrarse desde los viernes, cosa de estar bien cargadito y relleno a la hora del partido.

Si es consecuente y agradecido, no lo que dicen en voz baja los resentidos de siempre, tendría que invitar a la Chechu y al Chango de Anillaco también. Son como chanchos y él viajó desde Cuba especialmente para la reprise televisiva de ese encanto de modelo de mujer trasandina.

Entonces ahí sí que estaríamos todos. Se llenarían los charters para ir a apoyarse sobre el brazo en el Muro de los Lamentos y con tono existencial, metafísico, preguntarse por qué, por qué, si con todos los milicos que supimos conseguir, se llamen como se llamen, ya tuvimos demasiado. ¿O el pecado cometido ha sido tan grande?