26.9.10

UN PAIS CANERO DE ALMA

Dos tiernos infantes misioneros, con el gorrito de la cana, en un simulacro de allanamiento en una librería.
[DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL A OBERA, MISIONES] Mejor mantenerse en tono de chunga, por el momento, porque tiene años de práctica soterrada. Debe ser algún plan estratégico ante el avance de la delincuencia infantil y juvenil. Amor con amor se paga. Se terminó el servicio militar; ahora tenemos servicio policial y como van a ser de infantería, no hay nada mejor que los infantes, copiando a lo más regio del Imperio Romano que precisamente creó los cuerpos de soldados infantiles para que fueran al frente y los hicieran mierda primero.
Ya nos hemos ocupado del asunto, con videos y todo (ir), pero resulta que ahora tenemos fotitos propias, los pobrecitos con sendos libros como para demostrar que por lo menos cuando son chicos los polis leen algo. Algo que puede ir de la causa peronista al asalto del Cuartel de Moncada, en la Cuba prerevolucionaria, donde Fidel y los suyos tuvieron el bautismo de fuego y donde varios de sus compañeros perdieron la cabeza completa y algunos solamente los ojos. Otra vez la Biblia y calefón peronistas. Las peroratas ilusionadas del gordo John William Cooke y los elogios del General para la juventud maravillosa, mi sirviente leal por El Brujo y Milo de Bogetich como guardaespaldas
El desatino no puede ser más grande en una tierra que se dio el lujo de tener al uruguayo Horacio Quiroga, al obispo de Puerto Iguazú que le dio para el pelo y para la barba al gobernador kirchnerista en una elección que promocionó con las monjas en ciclomotor, el salto de la Garganta del Diablo, parques nacionales con tucanes, minas de piedra preciosas a la luz del sol y ahora este zapallazo.
Algo está pasando. Al cana que parece que todos llevamos adentro lo estamos mandando a prepararse desde tempranito. Garrotazos y gases en los trabajos prácticos, porque recordar que primero siempre dan la voz de alto y repelen al elemento social que les abre arteramente fuego, después resulta que tiene la espalda cribada y los forenses oficiales firman el certificado por paro cardíaco no traumático (no estamos ironizando: más histórico y repetido que la Pirámide de Mayo), sería ya como mucho, de mal gusto y contra criaturas que obedecen el mandato paterno.